lunes, 9 de mayo de 2011

Capitulo 8 : La velada perfecta


Arranqué la moto . Fue fácil ya que no era la primera vez  . El se sujeto  a mi cintura . Me encanta cuando lo hace . Pararía el reloj en esos momentos  para que nunca me soltase y estuviéramos así toda una vida  , o dos ... o las que hagan falta .
-          Afloja fiera , que vas un poco rápido
-          A si perdón , me despiste ..
-          ¿ Qué te pasa ?  ¿ En qué piensas ?
-          Nada es solamente que me gusta este momento ..

Volví  a acelerar . Ahora mismo no me acordaba por donde quedaba el hotel  . Me puse a pensar . Estaba cerca de un parque con un lago grandísimo done los viejos iban a dar de comer a los patos como en las películas , que piensas que eso suele ser siempre en las películas , pero no de repente los ves dándoles de comer  .  Ese parque  estaba cerca de la casa de mi tía Luisa . Y si mal no recuerdo en esta dirección íbamos bien, así que me relaje . Ya eran las nueve de la noche, o eso marcaba mi reloj . Llegamos al hotel aparqué la moto y le di un beso a Nacho.
Entramos a la recepción, no la recordaba tan iluminada ni tan bonita.
-          Hola tenemos reservada una habitación a Nombre de Nacho Rincón.
-          Si tomen, habitación 27 .
Subimos en el ascensor era de esos que van por la pared de afuera del edificio, transparente y se ve la ciudad .
-          ¿As reservado a mí nombre?
-          Claro, mi tío trabaja aquí los fines de semana, esperas que descubra que yo he estado aquí y e alquilado una habitación. A ti no te conoce ...
-          Está bien... 
La habitación era súper grande con las paredes a tonos rojos y blancos, una cama de matrimonio con el edredón rojo,  una alfombra de piel suave  blanca cubría todo el suelo,  una televisión de plasma colgaba del techo, y había unos cuantos armarios  grandes empotrados a la pared . Luego el baño tenía una ducha de esas que llevan un hidromasaje,   un espejo súper grande y redondo, y una alfombra negra que cubría todo el suelo, al igual que la de la habitación.
-          ¿Qué, te gusta la habitación?
-           Oh sí , es perfecta 
-          Venga vente, que tengo mesa reservada abajo para cenar.
Bajamos otra vez por el ascensor que a mi tanto vértigo me daba. Él restaurante era muy moderno  y muy pintoresco estaba habitado por todo tipo de gente, jóvenes y ancianos y estaba todo  lleno.
-          Hola, ¿tenéis mesa reservada?
-          Si claro, Nacho Martín 
-           Ah bien pasen por aquí.
Nos llevó hasta una mesa, al lado de un gran ventanal donde se veía las luces y el ambiente que había por las calles en esos momentos. Era perfecta.
-          Me ha gustado mucho esta sorpresa eh.
-          A mí me ha gustado el día que hemos pasado juntos, enserio... ¿Bueno que te quieres pedir?
-          Yo me voy a pedir……….. Lomo de bacalao confitado a la catalana 
-          Búa que asco pescado , pues yo me pediré .. Un solomillo de ternera
Vino el camarero y le pedimos los platos. Terminamos de comérnoslos estaba todo riquísimo. Subimos a la habitación. Me quité la ropa quedándome en ropa interior, ya que no me había llevado pijama. Me fui al baño para lavarme los dientes, quitarme el maquillaje y lavarme un poco la cara. Veo a nacho apoyado en el marco de la puerta mirándome . Escupo la pasta de dientes de la boca me limpio y le digo:
-          ¿Qué me miras?
-          Nada estoy pensando, en lo bien que me lo e pasado hoy contigo, ¿sabes?
-          Me alegro de que te haya gustado.
Entonces me arrimo a él, buscando en el mi respiración y me pierdo en sus labios  .No paro de besarle, no le da tiempo casi ni a respirar. Casi  en silencio, el único ruido que se escuchaba era el de los botones de la camiseta de nacho abriéndose, el de su cinturón  desatándose de la hebilla, de mi gancho del sujetador que se desengancha  , de una zapatilla que sale volando , de sus pantalones bajándose, de la  cama sonando , de su  << Shh >> , de mi respiración en su cuello , él que me dice que le encanto, ruidos de otras habitaciones  de una puerta que se cierra , de unas maletas que  se arrastran, una señora que lleva tacones ,  de repente ya no suena nada , solo el ruido de nuestro deseo, de seguir así siempre de no separarnos nunca  .Y un último beso , hace corrernos a los dos.
-          Shh  - le digo y le beso, estábamos los dos mojados, cansados, agotados, vencidos. Nos besamos y nos reímos. – Buenas noches mi amor.


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